lunes, 5 de mayo de 2014

Ermita de San Roque




Consta que existió una primitiva ermita, a mediados del siglo XIX que fue sustituida poco tiempo después, en 1890, por la actual. Lo más destacado de este edificio (de una sola nave, con sacristía en el lado del evangelio) es su fachada, cuyos rasgos ha llevado a relacionarla con el barroco andaluz, algo realmente excepcional en nuestra región. Han llegado a vincular su diseño con el arquitecto diocesano Alfredo de Escalera, cuyos edificios suelen presentar elementos historicistas.
Pese a tales informaciones, hay que señalar que esta fachada presenta una configuración que recuerda a otras obras del barroco cántabro. Concretamente guarda importantes similitudes con la fachada de la ermita de Nuestra Señora de la Blanca de Liérganes y de la Iglesia Parroquial de Miera con las que comparte la estructura de un primer cuerpo con pilastras cajeadas en las esquinas, flanqueando la puerta de acceso, que se ubica bajo un arco de medio punto.
El edificio  presenta sobre este primer cuerpo una espadaña de tres pisos, decorados con florones en sus esquinas. El primer cuerpo de la espadaña se decora con pequeñas volutas que adquieren grandes dimensiones en el siguiente cuerpo, volviendo a repetirse, en pequeño tamaño, en el último. Todo lo cual hace evidenciar que el diseño de la ermita de San Roque toma como fuente de inspiración modelos regionales de época barroca, a pesar de ciertos detalles (fundamentalmente su decoración pictórica) contribuyan a darle esa apariencia andaluza al edificio.


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